Apoyo Educativo: Laboratorio La Roche-Posay
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¿Qué es la dermatitis atópica?

La Dermatitis Atópica (AD) también conocida como eccema atópico es una enfermedad de la piel caracterizada por inflamación crónica, no contagiosa, causando picor y brotes en la piel, presentándose en 20% de los infantes. Se inicia en la infancia temprana y puede persistir en la vida adulta. Se ha demostrado que los pacientes con Dermatitis atópica presentan un desequilibrio en la flora bacteriana de la piel, con menor variedad de poblaciones de bacterias, predominando la colonización de una bacteria llamada Staphylococcus aureus, presente en mayor cantidad en pieles con dermatitis atópica. En la actualidad se ha estudiado un grupo de bacterias que no causan enfermedades como la Vitreoscilla filliformis patentado en un activo llamado Aqua Posae Filiformis capaz de restaurar y equilibrar nuevamente la flora bacteriana de la piel, disminuyendo la colonización de Staphylococcus aureus en pieles atópicas, y por tanto disminuyendo los brotes o crisis de la dermatitis atópica.

La dermatitis atópica es una condición crónica de la piel, en la que hay una inflamación (dermatitis) que se manifiesta como lesiones rojas que generan sensación de rascado. La palabra “atópica” hace referencia a que esta dermatitis se produce por una sensibilidad aumentada de la piel a diferentes sustancias del medio externo (materiales sintéticos, cremas, perfumes, etcétera). Muchas de las personas que la padecen tienen alterados algunos genes que se relacionan con la humectación de la piel y  tienen más riesgo de hacer otras alergias, rinitis alérgica y asma, es frecuente que tengan  o familiares que hayan tenido estas condiciones.

Esta dermatitis afecta tanto a niños como a adultos (en diferente porcentaje) y tiene periodos de mejoría y periodos de empeoramiento dependiendo de los cuidados que se tengan y del cumplimiento a los tratamientos que el médico ordene.

El rascado de la piel puede ser tan intenso que impide dormir y puede generar en la piel heridas, costras, cicatrices, infección por bacterias y engrosamiento de la piel. Los cuidados que se deben tener para lograr la mejoría son muchos, sin embargo, el más importante es que la piel permanezca bien humectada, por este motivo el dermatólogo recomendará que la aplicación de la crema sea mínimo 3 veces al día.

 

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