Se han realizado varios estudios que buscar investigar si algunos alimentos empeoran los síntomas en la dermatitis atópica o hacen que la piel se inflame con mayor frecuencia. Los hallazgos de estos estudios son contradictorios y no existe un consenso respecto a este tema. En general se considera que si no hay una alergia específica a algún alimento (en este caso sí se debería evitar) la persona con dermatitis atópica debe llevar una dieta normal, que se ajuste a las recomendaciones mundiales, es decir, rica en frutas y verduras, evitando el consumo en exceso de azúcar y de alimentos procesados. Los alimentos como el café, el cacao y el alcohol aumentan la sensación de rascado (de cualquier origen), su consumo se podría disminuir sin que sea necesario evitarlos totalmente.

Esta es una duda común, no se debe prohibir, en especial a lo niños, que dejen de hacer una actividad que disfruten. Los niños con dermatitis atópica pueden hacerlo pero es recomendable tomar algunas medidas que puedan disminuir la irritación de la piel (por el cloro, sales minerales) y la sequedad (que se genera después de permanecer periodos largos en el agua). Se recomiendan baños que idealmente no sobrepasen los 15 minutos, con un baño posterior para retirar el agua con cloro o sal de la piel y aplicar crema humectante después. Si está en un episodio de brote de la piel, con erupciones rojas en cualquier localización, es mejor evitar estas actividades porque puede empeorar. Es recomendable, en pacientes con dermatitis atópica moderada o severa, que antes de salir de vacaciones se realice una valoración por el dermatólogo para ajustar el tratamiento y recibir recomendaciones específicas.

El pelo de las mascotas y la descamación (caspa) que se puede generar sobre él puede causar empeoramiento de la dermatitis atópica en algunos niños, sin embargo, no hay consenso  acerca de prohibir totalmente el contacto con los animales. Si el niño ya tiene una mascota él no debe tener un contacto cercano la mayoría del tiempo, se debe evitar que la mascota esté o duerma en la misma cama del niño o que tenga contacto con la ropa que él use. Se deben evitar los productos como talcos o perfumes para mascotas y al momento de bañarla sería preferible que el niño no lo hiciera. Si se observa que frente a un determinado animal el niño tiene muchos síntomas, como rinitis, enrojecimiento y comezón en los ojos y lesiones en la piel se debería evitar su contacto. 

Como ya se mencionó previamente, la ropa sintética como el poliéster, la lycra y otros materiales pueden generar inflamación y sensación de rascado. Es preferible que toda la ropa sea 100% de algodón, evitando también la lana. La sudoración también empeora la dermatitis, por esto no se recomienda poner ropa en exceso, especialmente en los bebés y en los niños, porque se genera un calor excesivo y un aumento en la sudoración que puede empeorar los síntomas. 

Los niños atópicos se deben vacunar sin restricciones y siguiendo el esquema obligatorio que esté aprobado en cada país. Tampoco cambia la edad a la cual deben ser vacunados. Existe una situación especial en aquellos niños con dermatitis atópica severa que estén recibiendo medicamentos orales como corticoides u otros que se emplean en estas situaciones y pueden modificar las defensas, en estos casos no deberían administrarse vacunas de virus vivos como varicela, rubéola, parotiditis, sarampión y polio, sin embargo, esta situación debe ser valorada por el pediatra y/o el infectólogo pediatra y el dermatólogo.

Se considera que la exposición al sol puede ser buena en los pacientes que tienen esta dermatitis, se deben tener en cuenta varias consideraciones. Se debe procurar que el tiempo de exposición no sobrepase los 15 minutos, se debe exponer antes de las 11 de la mañana y después de las 3 de la tarde, nunca se debe hacer esto los periodos de empeoramiento o brote, la piel debe estar bien humectada y deben evitarse las quemaduras solares; en aquellos casos que la exposición sobrepase los 15 minutos se debe usar protectores solares especiales para niños (no tienen sustancias químicas que los empeoren), aplicándolos cada 2 a 4 horas. En menores de 6 meses no está recomendada la exposición directa al sol.